4 de mayo - Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales

El cuatro de mayo, día de San Florián, Patrono de los bomberos, es también Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales, el antecedente está, en el llamado a la opinión pública realizado a través de internet en 1999 por J.J. Edmonson, miembro de la brigada, Clyde-Cardinia Fire Authority, del condado de Victoria. Tan solo unos meses antes, el dos de diciembre de 1998 habían fallecido trágicamente cinco combatientes de brigadas voluntarias contra incendios.

Es un día para concientizar sobre el problema de los incendios y hacer honor a quienes “combaten los fuegos de bosques, campos, reconociendo su nivel de compromiso y dedicación”. “Un recuerdo a quienes han perdido la vida, o sufrido daños o secuelas en la lucha contra los incendios de bosques y campos”. “Una señal de respeto y agradecimiento hacia quienes tratan de preservar la vida y la integridad de los patrimonios naturales”.

Los combatientes corren riesgos por deshidratación, problemas respiratorios por la presencia de gases dañinos, posibilidad de sufrir el llamado estrés térmico o riesgo de estrés por calor, el que puede avanzar en la cepa de calor que conlleva a cambios fisiológicos, aumento de la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal central que provoca también enfermedades relacionadas con el calor; sarpullido por calor, calambres, agotamiento o insolación. La fauna desesperada en su huida del fuego por instinto se vuelve nociva por lo que los ataques de fieras, enjambres y mordeduras de serpientes son frecuentes.

En Nicaragua la causa humana es la principal, en la provocación del fuego a campo abierto sin control, una vez iniciado el fuego las condiciones climáticas de nuestro territorio favorecen su avivamiento. Las quemas causan irremediables daños ecológicos, pero el problema de emergencia inmediata se da cuando el fuego rebasa y se convierte en un incendio de mayor magnitud.

Aunque la conciencia ante el problema aumenta, aun convivimos con la tradición ancestral de agricultores y ganaderos que utilizan las quemas agropecuarias como parte de sus labores productivas, también la extrema pobreza, hace que buscadores de miel, cazadores de fauna silvestre  busquen sustento en esta actividad, ellos se valen del fuego para realizar su labor de sobrevivencia. En ambos casos hay descuidos e irresponsabilidades.

Falta mucho por hacer, pero en los últimos años los esfuerzos gubernamentales en medio de limitaciones son notables y dignos de reconocimiento, están basados en un modelo de alianzas público-privadas y una real voluntad política de enfrentar y solucionar el problema de las quemas, prevalece el enfoque de prevención, educación ambiental y de alerta temprana de las emergencias.

En el modelo de buena esperanza impulsado por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN) está presente la formación, capacitación y activación permanente de brigadas voluntarias contra incendios, sobresaliendo valentía, vocación de servicio y altruismo de funcionarios, defensa civil, comunitarios, productores, los que exponen todo, cuando el medio ambiente está en peligro extremo, no importando; humo, cenizas, polvo, quemaduras, fracturas, posibilidad de quedar atrapados bajo árboles o escombros. Sirva lo aquí humildemente escrito para reconocer la labor de estos héroes anónimos en su día.

fuente tomada de : 

http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/359072-dia-internacional-combatiente-incendios-forestales/